lunes, 9 de marzo de 2015

¡Marchando una de Publicidad!



Empezamos tema: El Marketing. ( este término inglés ha devorado a nuestra mercadotecnia)
La mayoría de mis alumnas y alumnos piensan que es sinónimo de publicidad, cuando esta es solo una parte de la promoción, que junto con el precio, el producto y la distribución son las variables que debe abordar un Plan de Marketing.
No es raro que establezcan este símil, la publicidad nos rodea, está en televisión, en radio, en las revista que leemos, en las páginas web que visitamos… pero ¿Qué pretende la publicidad? Sus objetivos son informar de las características del producto, persuadir al cliente para que lo compre  y cuando el producto se halla en su etapa de madurez recordar que sigue ahí.
Para conseguir estos objetivos, la publicidad ha ido sofisticándose hasta lograr que el producto despierte emociones.
Siendo conciente de que las empresas publicitando sus productos lo que pretenden es que los compremos y además estemos contentos de haberlo hecho, hay campañas publicitarias que son realmente creativas y originales. Recientemente me ha llamado mucho la atención la última de la empresa de joyería Tous  con el título “Tender Stories nº1” ¿qué que tiene de especial?
  • El formato cinematográfico (pequeña película o video clip) nada que ver con los spots publicitarios tradicionales.
  • La estupenda banda sonora “Where did the love go” interpretada por The Seihos y Vera  Gottschall (no te cansas de escucharla).
  • Y la historia ciertamente arriesgada y polémica.
Ha despertado opiniones de todo tipo, ¿qué te parece a ti?

Y ¿Por qué es importante saber algo de la economía?

Lancé esta pregunta a mis alumnas y alumnos de bachillerato y aquí está la respuesta de Inma...yo no lo habría sabido explicar mejor. ¡Gracias!

"Durante toda nuestra vida nos han enseñado lengua, matemáticas e historia. Nos han explicado cómo funcionan y se han esforzado en demostrarnos por qué son importantes. Hemos aprendido conocimientos de inglés, de francés y de filosofía y ética, sabemos qué son las placas tectónicas y la genética, pero hay preguntas que muchos nunca se han atrevido a pronunciar. ¿Qué es la Bolsa? ¿Cómo funciona? ¿Para qué sirve? ¿Cómo nos afecta la política? ¿Qué determina la riqueza de un país? ¿Cómo se regulan los mercados y por qué?
Las respuestas a todas estas preguntas no están en mi libro de francés. No hay ninguna fórmula matemática que las responda, y ni la sintaxis ni la literatura del siglo XX parecen tener intención de despejar esas dudas. El inglés, la lengua y la filosofía son importantes. La tecnología, la física y las matemáticas, también. Pero la respuesta a todas esas preguntas que miles de personas, millones en todo el mundo -gente como yo, que hasta septiembre de este año pensaba que no había más bolsa que la de la compra-, nos hacemos a diario, están en la Economía. Es triste que la economía sea una asignatura invisible hasta bachillerato, como si consideraran que, por ser menor de dieciséis años no deberías saber que, en el mundo que te rodea, además de teoría, hay práctica. Y es aún más triste que, incluso en bachillerato, solo una tercera parte de los alumnos, opten a esta asignatura.
Y es que la economía no es exclusiva de la “rama de Ciencias Sociales”. ¿Es que acaso los futuros filólogos, arquitectos, ingenieros, médicos o artistas no merecen saber qué son los recursos productivos, el capital o la renta? ¿Acaso ellos no van a manejar su economía doméstica en un futuro cada vez menos lejano? ¿Cómo es posible que pidan a toda la población mayor de edad que elijan a sus representantes políticos si muchos de ellos ni siquiera son capaces de distinguir el capitalismo del socialismo?
La economía no debería ser una opción. Todos deberíamos tener unos conocimientos básicos sobre ella que nos saquen de la ignorancia, que nos permitan interpretar los telediarios, los titulares de los periódicos y la letra pequeña de los contratos. Y, sin embargo, no es así. Sabemos diseñar circuitos eléctricos por ordenador, somos capaces de distinguir una obra de la Edad Media de una del Renacimiento, pero si le preguntas a tu médico de cabecera, al ingeniero aeronáutico del bloque de enfrente, a la arqueóloga que estudia unas ruinas, o a cualquier otro profesional, por la prima de riesgo, es bastante probable que te conteste que toda su familia está perfectamente."
Inma Carpio
1º Bach A