Puesta en marcha…
Casar economía y
cronopio parece una paradoja, y es que nada más lejos la una de lo otro,
pero como profesora de economía convencida de su dimensión social y humana y
siendo consciente de que para entender un poco el mundo y hacerlo mejor
para todas y todos, son necesarios unos conocimientos económicos mínimos, creo
que este blog puede resultar útil a todas y todos esos cronopios que me
rodean y que poco saben de estos temas.
(Del otro lado, a deshoras, siempre J.Cortázar)
(Del otro lado, a deshoras, siempre J.Cortázar)
Pequeño manual para comprender a un cronopio (si es que se puede):
Los
Cronopios son seres verdes, húmedos y erizados. Sienten gran alegría
por las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Entristecen
con facilidad: que su reloj marque las 23:15 y que el de los demás las
23:20, les crea un gran malestar, tienen menos vida.
Cuando
viajan nunca encuentran vacantes en los hoteles, pierden los trenes,
siempre les cobran de más los taxis, pero creen que eso le ocurre a
cualquiera, y se asombran igualmente de la belleza de la ciudad.
Son
desordenados, tanto con los objetos como con los recuerdos, además sus
casas siempre están en movimiento.
Saben ver la vida de
forma positiva porque son creativos (aunque ellos no lo
sepan). Juegan con la seriedad y la lógica rompiendo las costumbres y
los prejuicios.
No son
generosos por principio, ya que pueden cruzarse con un necesitado y ni
verlo, porque andan distraídos.
Cuando
cantan el mundo desaparece y ellos emergen alzando los brazos hacia el
sol, se emocionan tanto que llaman la atención de todo el mundo, el
mundo no comprende, pero les aplaude, (“pobrecitos”-dice Julio-).
Se
preocupan desmesuradamente si una cosa que creían en un sitio no está,
porque ¿y si el mundo que creen en tal lugar, también se ha desplazado?.